miércoles, 18 de julio de 2012

Por un día de descanso, no pasa nada.

un largo descanso después de un día agotador

2 comentarios:

  1. Hacía años que no me tumbaba en el cesped por el simple hecho de hacerlo. Hace poco, en Santiago de Compostela, tuve el lujazo de hacerlo de nuevo. Tumbarme al lado de la persona que me llena el alma, cerrar los ojos y poner la mente en blanco. Una maravilla.
    Me encantan tus fotografías, felicidades.
    Un abrazo,
    Curu.

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